LA ESCULTURA EN CHILE: NICANOR PLAZA Y EL JUEGO DEL PALÍN O CHUECA

Cinco años después de la fundación de la Academia de Pintura (1849), se fundó la Escuela de Escultura Ornamental y Dibujo en Relieve. Esta operó en una sacristía de la capilla de la Soledad, cerca del Templo San Francisco en la Alameda, y era patrocinada por La Cofradía del Santo Sepulcro. A diferencia de la Academia de Pintura, se creó con la principal función de formar artesanos que participaran acompañando el trabajo de arquitectos e ingenieros y para la producción de figuras de santos. Esta escuela representa un “medio camino” entre la Academia de Pintura de Alejandro Cicarelli y la Escuela de Artes y Oficios (1849), que se dedicaba a la formación de técnicos.

Nicanor Plaza (1841/44-1918) ha sido considerado como el iniciador de la escuela escultórica chilena durante la segunda mitad del siglo XIX. Monsieur Bayle se contactó con el maestro de la Escuela de Escultura Ornamental y Dibujo en Relieve, Auguste François (1800-1876), hecho que significaría su prematura vinculación con las bellas artes. En 1863 el Gobierno premió a Plaza con una beca para ir a estudiar a Europa acompañado por su maestro. Allí se incorporó al taller del escultor François Jouffroy (1806-1882), con quien estudió tres años. En 1866 abrió un taller propio, donde efectuó obras que serían reconocidas como emblemáticas dentro de su carrera, como Amor Cautivo, El Caupolicán y El Jugador de Chueca.

Con respecto a la escultura El Jugador de Chueca, esta mide 147 cm., fue realizada en bronce el año 1880 y hoy en día forma parte de la colección permanente del Museo Nacional de Bellas Artes. La obra representa a un joven jugando al juego del palín, una actividad tradicional de origen mapuche. En ella, dos equipos de cinco a quince jugadores  compiten con una pelota (pali) de ovillo de hilo de lana recubierto con cuero de caballo o vacuno, y a veces se confeccionaba a partir de diferentes maderas. Los palos terminados en punta curva (weño), eran utilizados para golpear la bola dentro de una cancha rodeada de ramas. El palín, llamado también chueca por su semejanza con el juego de origen castellano, se acompañaba de bailes rituales y su objetivo era unir a las comunidades. La autoridad española prohibió el juego en los siglos XVII y XVIII porque se consideraba que ponía en peligro el desarrollo del trabajo y la evangelización.

Los documentos aquí recopilados permitirán una aproximación a la historia del arte escultórico de Chile, a la figura de Nicanor Plaza y al juego de la chueca o palín, costumbre que nutre el motivo de una de las obras más significativas del escultor.

 

Investigación y recopilación de los documentos aquí presentes por José Antonio Muñoz Lavalle.

Documentos

Escultura “El jugador de Chueca”



José Antonio Muñoz Lavalle
Santiago, 2017

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Descripción de la obra de Nicanor Plaza “El jugador de Chueca” (Escultura en bronce, 147 cm de altura, 1880).

Del taller a las aulas: La institución moderna del arte en Chile (1797-1910)



Varios autores
Santiago, 2009

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Este estudio permite indagar en la educación artística en Chile mediante una exhaustiva investigación que abarca desde finales del siglo XVIII hasta principios del siglo XX. Aquí se presenta parte del capítulo 3 llamado “Las bellas artes en la Atenas de Sudamérica: cultura y esfera pública en la República Conservadora”, específicamente un apartado relacionado con la Escuela de Escultura Ornamental. (Documento completo: Pablo Berríos, Eva Cancino, Claudio Guerrero, Isidora Parra, Kaliuska Santibañez y Natalia Vargas, “Del taller a las aulas: La institución moderna del arte en Chile (1797-1910)”. Santiago, Chile: LOM Ediciones LTDA., 2009).

Nicanor Plaza y Francisco Gazitúa: diálogo en torno a El Caupolicán



Pedro Zamorano
Santiago, 2011

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Este trabajo construye un diálogo entre dos escultores separados por algunas generaciones, pero unidos por un espacio de formación artística y una tradición común: la Escuela de Bellas Artes de Chile. Mediante las reflexiones que hace el escultor e investigador Francisco Gazitúa, se reconstituye la vida y obra de Nicanor Plaza, considerado como uno de los principales maestros de la escultura chilena. Además, se hacen reflexiones en torno a pilares como: las tradiciones pedagógicas de la Escuela de Bellas Artes y la obra El Caupolicán, una de las realizaciones más importantes de Plaza. (Documento completo: Pedro Zamorano, “Nicanor Plaza y Francisco Gazitúa: diálogo en torno a El Caupolicán”. Revista Aisthesis Nº49, Santiago, julio, 2011).

Artes visuales en Chile durante la primera mitad del siglo XX: Una mirada al campo teórico



Pedro Zamorano
Concepción, 2011

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El trabajo analiza el escenario de la crítica de arte en el país, desde las últimas décadas del siglo XIX hasta la mitad del siglo pasado. Se profundiza en algunos autores tales como Ricardo Richon-Brunet, Antonio Romera y Jean Emar, con una revisión a la historiografía de la escultura en el país, de la cual Nicanor Plaza forma parte. (Documento completo: Pedro Zamorano, “Artes visuales en Chile durante la primera mitad del siglo xx: Una mirada al campo teórico”. Revista Atenea Nº504, Concepción, 2011).

La prohibición del palín o chueca en Chile entre los siglos XVII y XVIII



Carlos López
Viña del Mar, 2009

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En el texto se explica que los conquistadores españoles bautizaron al “Palín” con el nombre de “Chueca”, por su similitud con un juego que practicaban ellos en sus tierras. Esta actividad tradicional la llegaron a realizar españoles, criollos, mestizos e incluso las mujeres. La autoridad española y la Iglesia la prohibieron en los siglos XVII y XVIII, por poner en peligro el desarrollo del trabajo y la evangelización. (Documento completo: Carlos López, “La prohibición del palín o chueca en Chile entre los siglos XVII y XVIII”. Revista Aloma, 2009).

El palín, juego sagrado mapuche: La bola veloz



Rodrigo Miranda
Santiago, 2014

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Reportaje de Rodrigo Miranda que ahonda en el juego del palín, tradición ancestral mapuche que poseía connotaciones rituales en sus inicios y que servía tanto de entrenamiento para la guerra como para resolver pleitos. Aunque hoy en día esta práctica está desvinculada de sus elementos cultuales se sigue efectuando también en sectores de la capital del país, como Quinta Normal y Cerro Navia. En el año 2004, el juego del palín fue reconocido como un “deporte nacional” por el Estado de Chile gracias al acuerdo entre la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (CONADI) y Chile Deportes. (Documento completo: Rodrigo Miranda, “El palín, juego sagrado mapuche: La bola veloz. En Revista PAT Nº 58”. Chile, otoño de 2014).

Textos de Investigadores
Referencias Latinoamericanas