Camilo Mori y su etapa cartelista

Ana Cortés (1895-1998) fue una artista plástica chilena, que obtuvo el Premio Nacional de Arte en 1974. Durante 30 años fue profesora en la Escuela de Artes Aplicadas, donde enseñaba gráfica y afiche. En el año 1937 publica este artículo en la Revista de Arte (publicación ligada a la Universidad de Chile) dedicado al afiche en Chile, donde da cuenta de la manera en que el afiche se fue abriendo paso en el país, a través de concursos organizados por la revista Zig-Zag y por la FECH (Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile), junto con destacar la importancia de Camilo Mori en los inicios de esta práctica en el país.
(Ana Cortés, “Ensayo para una reseña de la historia del afiche en Chile: su importancia y su progreso” Revista de arte, volumen 15, 1937).

En el año 1942, en The Toledo Museum of Art, en Ohio, Estados Unidos, se realizó una exposición de Arte Chileno Contemporáneo. En el catálogo preparado con motivo de esa muestra se afirma que los artistas chilenos “pintan con una amplitud generosa y libremente expresada, enamorados de los dones que la Naturaleza ha puesto a su alcance, extasiados en presencia del paisaje, fascinados por la luz y el color del panorama chileno”. Muchos fueron los artistas chilenos que participaron de esta exposición, entre ellos Camilo Mori, quien se presentó con cinco obras, entre ellas dos afiches, que demuestran que su trabajo como cartelista también era considerado importante, ya fuera por él mismo como por los organizadores de la exposición. Además, la portada del catálogo de la exposición fue realizada por Camilo Mori. (Catálogo Chilean Contemporary Art Exhibition, 1942. Traducción de Rosario Floripe).

Pocas veces en la prensa chilena de la época se mencionaba el trabajo como cartelista de Camilo Mori. La publicación escrita por Luján López en el año 1938, publicada en la revista Zig-Zag, es una excepción, pero que alude en su título precisamente al poco reconocimiento que Mori tenía en el país, al menos como cartelista. En el texto se explica que Camilo Mori ganó un premio en un concurso de afiches en Estados Unidos donde hubo un importante número de participantes. (Luján López, “Nadie es profeta en su tierra” Revista Zig-Zag, volumen s/n, 1938).

Carta escrita en 1938, momento en que Camilo Mori y su esposa se encontraban residiendo en Estados Unidos, país al que se trasladaron para que el pintor trabajara con afiches. Maruja comenta que su marido ganó un concurso de afiches y hace gestiones para ayudar a que se le asignen al artista las “decoraciones” del Pabellón de Chile en la Feria Mundial de Nueva York de 1939. (Transcripción de un fragmento del texto de Wenceslao Díaz, “Bohemios en París. Epistolario de artistas chilenos en Europa: 1900-1940”. Santiago: Ril editores, 2010. La carta se encuentra transcrita tal cual del libro de Díaz, incluido el título, que consigna a Camilo como escritor de la carta junto a Maruja, sin embargo, es solo ella quien escribe).

Fragmento de una autobiografía escrita por el pintor pocos meses antes de su fallecimiento, en diciembre de 1973. El texto completo está compuesto por pequeños párrafos que van describiendo distintas partes de su vida. Este fragmento, en particular, habla de uno de sus viajes a Estados Unidos, para trabajar como cartelista, en específico para la farmacéutica Bayer, y también comenta que esta técnica le es familiar debido a su participación en diversos concursos. (Samuel Quiroga y Lorena Villegas, “Camilo Mori”. Origo ediciones y Ediciones de la Universidad Católica de Temuco, 2017).

Camilo Mori realizó la portada del catálogo que surgió por la exposición de arte chileno realizado en Ohio, Estados Unidos. Con una composición simple, el artista cumple con el objetivo del trabajo: presentar la exposición y el arte chileno. Para esto, reproduce la bandera chilena sobre una paleta de pintor, como muestra del quehacer artístico. Además, desde la estrella de la bandera surge una delgada línea que la une con el mundo que se encuentra debajo, precisamente sobre el lugar que le corresponde a Chile. Detrás de la paleta, se encuentra una sombra negra que pareciera ser la del continente sudamericano, como una forma de mostrar que el arte chileno no solo representaría a un país, sino a todo un continente.