“Copias perfectas de cuadros antiguos célebres”: La conformación del ideal pictórico en el siglo XIX chileno

A principios de julio de 1857, el Estado chileno compró, a través de su cónsul en Roma, el pintor italiano Camilo Domeniconi, las copias de cuatro pinturas de renombre que se exhibían en la Pinacoteca Vaticano: la Transfiguración y la Virgen de Foligno de Rafael Sanzio, la Deposición de Caravaggio y la Última comunión de san Jerónimo de Domenichino. A estas pinturas se sumó una copia del Cristo en la Cruz de Guido Reni conservada en la Basílica de San Lorenzo in Lucina de Roma. Antes de embarcarse a su destino, fueron certificadas como copias de calidad por la Academia de Francia en Roma. Casi diez años después de la fundación de la Academia de Pintura de Santiago, fundada en 1849, las cinco pinturas conformaron la primera compra europea oficial para la Galería de cuadros de dicha institución. A través de la copia y de la observación de su composición, dibujo, color, luces y sombras, posturas y proporciones, se esperaba que los artistas chilenos aprendieran a representar la vitalidad y viveza de las figuras de manera verosímil, con decoro, conveniencia y variedad y fueran capaces de crear una composición en el que cada elemento se relacionara coherentemente con la narración pictórica de la historia. Estas características debían modelar la forma en que los artistas traducirían en pintura los grandes relatos de la historia universal y sagrada y los acontecimientos y personajes vinculados a la reciente república chilena. Los documentos aquí presentados, introducen un conjunto de fuentes primarias que permite conocer cómo las pinturas originales y sus copias fueron apreciadas tanto en Italia como en Chile durante la segunda mitad del siglo XIX.

Este núcleo forma parte de la difusión del proyecto FONDART de investigación (convocatoria 2023), “Copias perfectas de cuadros antiguos célebres” la conformación del ideal pictórico en el siglo XIX chileno, desarrollado por las investigadoras Sandra Accatino (Depto. de Arte, UAH) y Josefina de la Maza (Facultad de Artes Liberales, UAI).

 


Crédito imagen:“Pinacoteca Vaticana. Sala de la Transfiguración – Roma”, fotografía de gelatina de plata, 50 x 39,5 cm. En: Ricordo del Anno Santo 1900 (Roma: Fotografia Artistica Commerciale), 1900, s/p. Colección de la Universitätsbibliothek de Heidelberg. https://doi.org/10.11588/diglit.65892 – 0010
Documentos

Galleria di quadri al Vaticano




Roma: Tipografia Puccinelli, 1853.

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Catálogo de las pinturas conservadas en la Galería de cuadros del Vaticano, impreso en 1853 con idénticas descripciones de las obras a las contenidas en los catálogos que se habían editado desde el año 1846 y cambios solo en los prefacios. Cuando Benjamín Vicuña Mackenna visitó los museos vaticanos en 1855, este era el catálogo más difundido de la Pinacoteca, tal como se puede constatar a través de las numerosas copias que aún circulan. En él se da cuenta de la disposición de los cuadros mientras la Galería estuvo ubicada en el Apartamento del papa Pío V, entre 1844 y 1857.

En la primera sala, la más grande y mejor iluminada, se resguardaban los cinco “cuadros más distinguidos” de la colección. Cuatro de los cinco cuadros exhibidos eran de Rafael y de sus discípulos y entre ellos destacaban La Transfiguración y la Virgen de Foligno, con los primeros números. La última comunión de san Jerónimo de Domenichino era la única obra perteneciente a otro autor exhibida en ese espacio y aparecía al final de la nómina. La Deposición de Caravaggio se mostraba en la segunda sala.

Indicazione della Pinacoteca Pontificia nel Palazzo Apostolico Vaticano




Roma: Tipografia Salviucci, 1857

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Catálogo de las pinturas conservadas en la Galería de cuadros del Vaticano, impreso en 1857, el mismo año en que la pinacoteca se trasladó al Apartamento del papa Gregorio XIII, donde permaneció hasta 1908. Ese mismo año arribaron a Chile las copias encargadas por el Estado.

En la nueva ordenación de las pinturas, la Transfiguración, la Virgen de Foligno y La Última comunión de san Jerónimo fueron las únicas pinturas en ocupar la espléndida sala Bolonia del Apartamento de Gregorio XIII, la tercera de las cinco salas en las que se dispuso la colección de pinturas. En el catálogo, estos tres cuadros son considerados “los tres mayores monumentos de la pintura italiana”. En la siguiente sala, el “Gran Salón”, el lugar más importante fue ocupado por la Deposición de Caravaggio.

“Pinacoteca Vaticana. Sala de la Transfiguración – Roma”, fotografía de gelatina de plata, 50 x 39,5 cm



Romualdo Moscioni
Roma. Ricordo del Anno Santo 1900 (Roma: Fotografia Artistica Commerciale), 1900, s/p.

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Esta fotografía de Romualdo Moscioni muestra la disposición de La Última comunión de san Jerónimo de Domenichino y de la Transfiguración y la Virgen de Foligno de Rafael en la Sala Bolonia, llamada de esta manera por el mapa de la ciudad afrescado en las paredes del antiguo comedor de los aposentos del papa Gregorio XIII, el boloñés Ugo Boncompagni, con motivo del Jubileo de 1575. El mapa de la ciudad de Bolonia es la representación urbana más extensa realizada hasta ese momento.

En la fotografía se pueden observar, además de los cuadros originales, una copia de formato más pequeño y casi terminada de La transfiguración y un detalle apenas esbozado de la figura de la Virgen, de la Virgen de Foligno.

[ Colección de la Universitätsbibliothek de Heidelberg. https://doi.org/10.11588/diglit.65892 – 0010 ]

Viajes Benjamín Vicuña Mackenna, Pájinas de mi diario durante tres años de viajes, 1853-1854-1855.



Benjamín Vicuña Mackenna
Santiago: Imprenta del Ferrrocarril, 1856.

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En este libro, el joven Benjamín Vicuña Mackenna narra los viajes realizados por EE.UU. y Europa tras su exilio debido a su participación en la Sociedad de la Igualdad y la Revolución de 1851.  En abril de 1855, compartió con el cónsul Camilo Domeniconi en Roma, un año y medio antes de que este comenzara a gestionar el envío de las copias. Domeniconi lo llevó a conocer las cuatro salas del Apartamento de Pío V, donde Vicuña Mackenna vio la colección de pinturas del Vaticano. De las cuatro salas, Vicuña Mackenna visitó al menos la primera, la más grande y mejor iluminada, que resguardaba los cinco “cuadros más distinguidos” de la colección.

Una visita a la esposicion de pinturas de 1858



Benjamín Vicuña Mackenna
Revista del Pacífico. Valparaíso, Imprenta y librería del Mercurio, 1858

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El texto de Vicuña Mackenna reseña la tercera versión de la Exposición de la Sociedad de Instrucción Primaria en el Teatro Municipal de Santiago, en 1858. En esta muestra se presentaron por primera vez al público general las copias traídas a Chile. La exposición tenía al menos dos objetivos: por un lado, se esperaba generar un fondo que solventase la labor de la sociedad a partir de la venta de entradas y de algunas de sus obras exhibidas. Por otro lado, tenía un fin acorde con la misión de la Sociedad de Instrucción Primaria: fomentar la educación y, en esa línea, contribuir al desarrollo del gusto por las bellas artes. Del énfasis puesto por Vicuña Mackenna en su texto al describir y comentar las copias, en donde aparecen numeradas de modo correlativo, se puede inferir que fueron expuestas como un conjunto y que su presencia en la exposición tenía como función modelar discursos sobre el arte y su enseñanza.

La esposición de pinturas de 1867



Pedro Lira
Santiago: Imprenta La República, 1867.

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En este catálogo, publicado casi diez años después de la exposición en la que Vicuña Mackenna reseñó las copias, Pedro Lira (1845-1912), a la fecha un pintor joven que todavía no conocía Europa, menciona su presencia en la muestra, pero ya sin el interés que habían despertado años antes. La aparición de las copias en esta exposición es significativa, puesto que permite seguir su historia de exhibición y evaluar, también, los cambios de gusto asociados al desarrollo del arte local.

Fotografía del interior del Museo Nacional de Bellas Artes de Santiago, 1 negativo monocromo, gelatinobromuro de plata sobre vidrio; 17,9 x 23,9 cm.




Santiago, Museo Nacional de Bellas Artes

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En esta fotografía se observa una de las salas de pintura europea del Museo Nacional de Bellas Artes, ubicado en Parque Forestal e inaugurado en 1910 con motivo de las celebraciones del centenario de la república chilena. En la imagen se observa la copia de la Deposición de Caravaggio junto a la copia de la Adoración de los pastores de José de Ribera, ejecutada en 1877 por Cosme San Martín en Francia. Junto a ella se encuentra la copia de La Última comunión de san Jerónimo de Domenichino. Si bien no se puede observar la totalidad de la sala, al menos se puede distinguir la disposición de dos de las cinco copias en el museo a comienzos del siglo XX.

[ Archivo Fotográfico perteneciente a la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas, código imagen: PL-000570. Acceso: https://www.afda.cl/detalle_imagen2.php?i=PL-000570&busq=Museo+de+Bellas+Artes&pag=1&modo=0&v=f48f70aecae975489a3786086b118c9f0d66b4493fa307ed75e5bb96ce24a46f2ba4ecc52eb601bd41d333eb4489905eb452bbe24cc84017a4c5af2ec7b6f57b&cat=placas ]

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