Pedro Lira y la crítica de arte

En este texto Pedro Lira comenta la actualidad del arte en Francia. Abordando sus distintas etapas menciona a quienes considera sus mayores representantes y destaca lo que considera la revolución del paisaje, reconociendo la importancia de Inglaterra en este proceso. Se detiene de manera particular en la figura del pintor francés Jules Dupré (1811-1889).

Este breve texto presenta la polémica por los artistas extranjeros  presentes en el Salón anual. Lira reclama la hospitalidad de la “antigua Academia” y cita voces que sitúan a París en una lenta decadencia como centro del arte, augurando un esperanzador futuro para América.

A diferencia del texto El conflicto artístico, Lira detalla aquí los antecedentes del descontento que los artistas franceses expresaron en el Salón Anual de París en relación a la participación extranjera. El autor desarrolla una postura crítica frente a lo que considera un conflicto de intereses mercantilistas que acabará por perjudicar a París y su imagen de capital del mundo.

El autor describe la situación de los artistas chilenos participantes en el salón de París de ese año y critica a la comisión organizadora por las condiciones en las que situó a los representantes de Chile. En lo que sigue, describe en detalle el envío chileno, tanto de escultura como pintura.

Es el propio Lira quien reconoce que este artículo, dedicado a la figura del escultor chileno, resulta mucho más biográfico que crítico. El autor cita en varias ocasiones apuntes escritos por el mismo artista en los que relata en primera persona momentos de su vida.

Por medio de un diálogo, Lira critica la importancia otorgada a a la opinión del público ilustrado, la cual incluso pasa a llevar la posición de quién produce la obra. Demanda una mayor educación artística como punto inicial para abordar de manera correcta la obra de arte.

Lira se pregunta por las características de la pintura europea contemporánea, englobando en el término “escuela pintoresca” a los innovadores, en contraposición a las antiguas escuelas “escultural” y “literaria” (o romántica). Destaca la importancia de la representación del paisaje en las nuevas generaciones y propone al pintor español Mariano Fortuny como la figura que mejor caracteriza la época moderna.

Lira describe las características pictóricas que distinguen a estos dos artistas, otorgando atención a aspectos como el color y la representación del movimiento. Plantea además una comparación entre sus respectivos temperamentos como un modo, propio de la filosofía positivista, de comprender mejor sus opciones plásticas.

Buena parte del escrito pretende promover los avances que Chile ha vivido en el campo del arte, estableciendo, en varias ocasiones, una posición superior con respecto a los demás países de América Latina. Concluye con el listado de premiación.

El autor critica varios aspectos de la escultura producida por M. Bellousse. Critica el programa impuesto al artista extranjero para producir la obra, mencionando la poca participación que se le otorga a los artistas en los procesos de elaboración de monumentos públicos.