Exposiciones itinerantes de pintura chilena en dictadura: retazos de una política cultural nacionalista

Luego del golpe de Estado que suspendió por 17 años la democracia en Chile, surgieron una multitud de programas y proyectos culturales que buscaron reinterpretar y reescribir la historia de la plástica nacional bajo estándares políticos ligados al discurso autoritario de la Junta Militar. Estos esfuerzos involucraron la participación de diversos ministerios e instituciones del Estado, agentes culturales y colaboradores individuales, quienes en conjunto operaron mediante reformas y actividades que promovían la representación y exaltación del imaginario nacional durante la década de los 70 y 80. Así, junto a la adhesión de más efemérides, decretos de patrimonio cultural, o la reestructuración de los programas educativos, se realizó una variedad de exhibiciones de arte nacional en museos y escuelas.

A partir de 1974 los estatutos de facto operantes adquirieron progresivamente una base burocrática tras el texto de la Política Cultural del Gobierno de Chile, redactada y publicada por la Asesoría Cultural de la Junta de Gobierno y el Departamento Cultural de la Secretaría General de la Junta de Gobierno. Este suceso inaugura los proyectos institucionales previamente señalados, entre los que destacan tres exposiciones itinerantes de pintura chilena organizadas por el Departamento de Extensión Cultural del Ministerio de Educación, el Museo Nacional de Bellas Artes, el Museo de Arte Contemporáneo, la Pinacoteca de la Universidad de Concepción, entre otros colaboradores y coleccionistas anónimos. Estas muestras estuvieron acompañadas por sus respectivos catálogos ilustrados redactados por reconocidos críticos de arte simpatizantes del régimen militar, entre los que se encuentran José María Palacios, Ana Helfant y Víctor Carvacho. Todos ellos activos en las publicaciones de los periódicos y revistas de arte u ocio del momento.

Las muestras exhibieron diversas temáticas pictóricas en torno al imaginario nacional, hechos históricos, costumbres e incluso paisajes del territorio; las cuales, gracias a las curadurías y los textos presentes en sus catálogos, mediaron visualidades con discursos afines al nacionalismo bajo una alta carga retórica relacionada con el buen gusto y las figuras de ejemplaridad. Algunos de los conceptos operantes más destacados son: la “chilenidad”, el “buen chileno”, “buena y mala pintura”,  “maestros pintores”, y “espíritu individualista”.

La primera exposición se titula 200 años de pintura chilena (1977), contó con 40 obras y su catálogo fue redactado por José María Palacios, disponiendo el acervo en orden cronológico desde la Colonia hasta 1920. La idea general según su autor es la de establecer una recopilación de lo que ha sido la pintura nacional, no obstante, resalta una escritura crítica donde prima el relato histórico y la puesta en valor de cada uno de los artistas en base a su maestría e influencia en el arte nacional, dejando a las obras en segundo plano, a modo de ejemplo de su principal intención narrativa. La otra muestra titulada Pintura chilena contemporánea, segunda exposición itinerante (1978) fue divida en dos (haciendo un total de tres exposiciones), Norte con 40 obras y Sur con 41 obras según itinerancia. También contaron con sus respectivos catálogos redactados por Ana Helfant (norte) y Víctor Carvacho (sur). El orden expositivo sigue siendo cronológico desde principios del siglo XX hasta 1978.  De estas destaca la necesidad de una “puesta al día” [1] sobre la pintura chilena, según señala la autora. Sin embargo, nuevamente destaca la poca importancia de los obras empleadas y el carácter crítico de la narrativa. Por otro lado, son evidentes otras lecturas respecto a la individualidad de los artistas contemporáneos utilizados y el desapego al compromiso político en búsqueda de una superioridad o experimentación estética.

Cabe destacar que los ciclos interrumpidos de desarrollo historiográfico y la escasez de referentes fundamentales o canónicos de la historia del arte chileno, abrieron la posibilidad a estos críticos de arte para destacar y promover ciertos tipos de arte que encarnaran ideales específicos del periodo. Principalmente caracterizados por la búsqueda de modelos conservadores de orden y civilidad, disciplina y maestría creativa, sumado al desinterés político popular por la lucha de clases u otras organizaciones colectivas.

El presente núcleo temático invita a indagar a profundidad en estas exposiciones itinerantes, con especial interés en la búsqueda de registros documentales, como también, por la naturaleza de su proceder en consideración del contexto y circunstancias en las que se llevaron a cabo. Pues, ya sea por la falta de material documental claro y accesible, o por la escasez de archivos de la administración de la época, existen grandes interrogantes que gravitan sobre estos asuntos: ¿Logró realizarse la itinerancia como se anuncia en los catálogos? ¿Qué tanto puede reconocerse hoy en día de tales esfuerzos? ¿Existen o existieron códigos operativos para la promoción del arte bajo la lógica de gobiernos nacionalistas y autoritarios como la dictadura chilena? ¿Cómo dialogaban antes y hoy en día las estructuras de poder frente al ejercicio representativo de la identidad nacional a través de las artes y las expresiones culturales?

Investigación y recopilación de documentos aquí presentes por Camilo Mena López. Licenciado en Teoría e Historia del Arte por la Universidad Alberto Hurtado. Sus líneas de investigación abordan la relación entre arte y política, así como la historiografía del arte chileno, y la conservación del patrimonio cultural.

[contacto: cmena719@gmail.com]

 


Notas:

[1] Ana Helfant, Pintura chilena contemporánea. Segunda exposición itinerante norte (Santiago: Departamento de Extensión Cultural del Ministerio de Educación, 1978), 3-6.

 


Crédito imagen:

Portada catálogo 200 Años de pintura chilena. Primera exposición itinerante. Santiago: Departamento de Extensión Cultural del Ministerio de Educación, 1977.

Documentos

Política Cultural del Gobierno de Chile



Enrique Campos Menéndez, asesor cultural de la Junta de Gobierno
Santiago: Departamento Cultural de la Secretaría General de Gobierno, 1974.

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Fue redactada en 1974 por Enrique Campos Menéndez, asesor cultural de la Junta de Gobierno en colaboración con el Departamento Cultural de la Secretaría General de Gobierno. Presenta las primeras intenciones de la Junta Militar de Gobierno para con la cultura y el ejercicio artístico, así como su difusión e importancia formativa para la nación, a través de los museos, escuelas, universidades y agrupaciones civiles. El gobierno de la Unidad Popular es aludido bajo una retórica coercitiva respecto a la promoción cultural, donde es señalado el marxismo como una amenaza que se vale del arte y de la intelectualidad para ideologizar a las comunidades.

[ Biblioteca Congreso Nacional de Chile ]

200 Años de pintura chilena. Primera exposición itinerante



José María Palacios
Santiago: Departamento de Extensión Cultural del Ministerio de Educación, 1977

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Catálogo sobre la primera exposición itinerante de pintura chilena celebrada en 1977, redactado por el crítico de arte José María Palacios en conjunto con el Departamento de Extensión Cultural del Ministerio de Educación. Posee un prólogo breve que establece la intención de la muestra, una visión panorámica de la pintura chilena escrita por el autor a modo de repaso histórico, reseñas críticas individuales de cada uno de los pintores de las muestras, e ilustraciones de 40 obras pictóricas organizadas de manera cronológica desde la Colonia hasta 1920.

 

Pintura chilena contemporánea. Segunda exposición itinerante norte



Ana Helfant
Santiago: Departamento de Extensión Cultural del Ministerio de Educación, 1978.

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Catálogo sobre la segunda exposición itinerante de pintura chilena celebrada en 1978, dividida en dos instancias que abarcaron tanto el norte como el sur del país. En esta ocasión, Helfant menciona en el prólogo el éxito de la primera muestra, lo que impulsó la continuidad del proyecto siguiendo las mismas fórmulas discursivas y curatoriales. Se trata de un repaso sobre la historia de la pintura chilena (1920-1978), en la que se destaca de manera crítica la importancia de las obras y sobre todo de sus autores como aporte a la construcción de la identidad nacional.

Pintura chilena contemporánea. Segunda exposición itinerante sur



Víctor Carvacho
Santiago: Departamento de Extensión Cultural del Ministerio de Educación, 1978

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A diferencia del catálogo “norte”, el impreso de esta segunda exposición omite el apartado introductorio, de tal modo que inicia el repaso histórico con tintes críticos por parte del autor de inmediato. Al igual que en las publicaciones anteriores, destaca la importancia que se le atribuye a los artistas por sobre las obras empleadas en la muestra en tanto “maestros ejemplares”, una alusión positiva a un ánimo y rigor independentista y apolítico de los y las pintores(as) nacionales.

Políticas Culturales Estatales



Carlos Catalán y Giselle Munizaga
CENECA n°79, enero de 1986

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Documento crítico de investigación sobre las políticas culturales estatales, publicado por la revista CENECA en 1986. El contexto radica en el Seminario Interamericano Sobre Políticas Culturales y Democracia, celebrado en la década del ‘60 como parte de una serie de discusiones en torno a la gestión cultural, promovida por la UNESCO y la ONU, en colaboración al proyecto Proceso Cultural y Democracia, patrocinado por la Fundación Ford. Los investigadores retrotraen ese acontecimiento para analizar la relación directa entre los estatutos de poder y las manifestaciones artísticas, ahora evaluados desde una perspectiva crítica directamente relacionada a la dictadura militar.

[ Archivo CENECA: http://www.archivoceneca.cl/ ]

Crítica de arte y escena institucional durante la dictadura militar chilena



Lucy Quezada
Anticipos, n°1, junio de 2021, p. 54-69. D21 Editores

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Este artículo examina la crítica de arte desarrollada durante la dictadura militar chilena. La autora trabaja el concepto de “escena institucional” en oposición al término de “escena de Avanzada” creado por Nelly Richard hacia los años 80. Esto, con el fin de destacar la participación activa de agentes culturales simpatizantes del régimen militar y las actividades culturales que surgen desde la institucionalidad. Algunos críticos de arte estudiados por Quezada son: José María Palacios, Sonia Quintana, Víctor Carvacho, Ana Helfant, entre otros; todos ellos activos editores en periódicos nacionales y revistas de arte de la época.

[ D21:  https://www.d21virtual.cl/2021/06/16/coleccion-n1-anticipos/ ]

Coleccionistas en la vitrina: expertos, filántropos y modelos del buen gusto



Marcela Drien Fábregas
El sistema de las artes. VII Jornadas de Historia del Arte, editado por Abella Raquel; Brandão, Angela; Guzmán, Fernando; Miranda, Carla y André Tavares. Valparaíso: Universidad Federal de São Paulo, Museo Histórico Nacional, Facultad de Artes Liberales de la Universidad Adolfo Ibáñez, Centro de Restauración y Estudios Artísticos CREA, 2014

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Estudio clave para comprender el surgimiento y desarrollo de los circuitos artísticos en Chile a principios del siglo XX. A través de la historia del coleccionismo y la influencia decimonónica europea basada en el “buen gusto”, la autora teoriza sobre la educación cívica que nace desde las élites bajo la promoción del “buen arte”. Analiza, además, los acervos patrimoniales donados al Estado que sirvieron para constituir las primeras colecciones institucionales, y con ello, los primeros programas de reforma cultural en busca de una concreta representación e impulso de la modernidad nacional.

 

 

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