El envío de los pensionistas a Europa

El proyecto reglamentario escrito por el destacado escultor José Miguel Blanco en 1886 y publicado en El Taller Ilustrado, periódico que él mismo fundó y dirigió entre los años 1885 y 1889, se caracteriza por su impulso gremial que se traduce en una solidaria preocupación por los jóvenes artistas menos favorecidos y de sobresaliente mérito. Este mismo aspecto se deja ver a lo largo del proyecto de envío de pensionistas a Europa en la disminución de requisitos que propone para que los estudiantes compitan en el concurso y en la valoración del talento como principal motivo de evaluación.

El proyecto de Blanco -el más tardío de los reunidos aquí- así como su decidida e insistente interpelación al Ministro de Culto evidencian que las propuestas reglamentarias previas no encontraron una exitosa implementación respecto a la articulación de un sistema de pensionado para los artistas chilenos que consiguieron continuar sus estudios en Europa. Las preguntas que estos documentos despiertan sobre las tramas de la educación artística profesional en la segunda mitad del siglo XIX son múltiples, la más evidente: ¿consiguieron los pensionistas chilenos perfeccionar sus estudios en Europa y satisfacer las expectativas de las autoridades políticas y culturales del periodo?

(José Miguel Blanco, “El envío de los pensionistas a Europa” en El Taller Ilustrado, 3 de noviembre de 1886, Año II, Num. 59).

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