MIRSA: Legado, arte y resistencia
Este núcleo documental se genera en el contexto del Proyecto Publicación y programación Catálogo MIRSA, financiado por el Fondo Nacional de Desarrollo Cultural y las Artes, Convocatoria 2021, destinado a la reedición bilingüe del Catálogo Razonado del periodo más expansivo y global de la historia del MSSA. El Museo Internacional de la Resistencia Salvador Allende estuvo operativo entre 1975 y 1990. Su funcionamiento contó con un secretariado general desde Francia conformado por Mário Pedrosa, José Balmes, Pedro Miras, Miguel Rojas Mix y Jacques Leenhard (1977-1981) y por una Secretaría Ejecutiva llevada por Miria Contreras desde Cuba, con base en Casa de las Américas. Los quince años de funcionamiento del MIRSA estuvieron enfocados en propagar los ideales políticos, culturales y sociales de la resistencia chilena que se encontraba en países como Panamá, Cuba, Francia, Colombia, México, España, Suecia, Italia, Venezuela, Estados Unidos, Argelia, Finlandia, entre otros. Junto a esto, también se encargó de difundir el legado construido durante el gobierno de Salvador Allende y continuar con la gestión de donaciones de obras internacionales a su colección.
La selección de estos documentos tiene por objetivo disponer de una selección de tipos documentales y la proliferación de los múltiples relatos que ocurrieron dentro del funcionamiento y operación del MIRSA.
Arte y resistencia
En mayo de 1972 durante el gobierno de la Unidad Popular se inauguró el Museo de la Solidaridad, proyecto que articuló una de las colecciones más relevantes de Latinoamérica, a través de la donación de obras de artistas del mundo como acto de fraternidad, compromiso y solidaridad con Chile. Esta visionaria idea marcó un hito y modelo en la historia de los museos a nivel internacional, logrando adherir no sólo a artistas, sino que también a críticos, curadores, intelectuales y múltiples instituciones alrededor del mundo. Con tres exposiciones realizadas y un centenar de obras donadas, su desarrollo se vio truncado con el golpe de Estado en 1973, obligando al Museo a buscar nuevas vías para mantener en pie el ideal con el que nació.
Cuando se creía que este proyecto solidario del Gobierno de Salvador Allende habría llegado a su fin con la irrupción del golpe de Estado, el Museo de la Solidaridad se levantó dos años y medio después -diciembre, 1975- con el nombre de Museo Internacional de la Resistencia Salvador Allende (MIRSA). Además de mantener la solidaridad artística internacional vivida durante la Unidad Popular, en esta etapa se tuvo como principal interés dar cuenta de la resistencia y oposición al régimen dictatorial de Augusto Pinochet. Para crear este Museo, desde París se conformó un Secretariado General compuesto por Mário Pedrosa, José Balmes, Pedro Miras, Miguel Rojas Mix y Jacques Leenhard (1977-1981), algunos de los cuales anteriormente fueron cuerpo fundamental del Museo de la Solidaridad y que frente a la dictadura tuvieron que exiliarse. Junto a ellos, desde Cuba, se encontraba su Secretaria Ejecutiva a cargo de Miria Contreras quien tenía el apoyo y colaboración del equipo de Casa de las Américas. En distintos países de América y Europa se formaron Comités de Apoyo integrados por artistas, intelectuales, políticos chilenos exiliados y extranjeros, que tenían un gran compromiso con la causa política y artística que representaba el MIRSA. Todos éstos ayudaban en la creación de exposiciones, actividades públicas y nuevas donaciones. Desde su funcionamiento en 1975 hasta 1990 el Museo contó con comités en Panamá, Cuba, Francia, Colombia, México, España, Suecia, Italia, Venezuela y Estados Unidos, entre otros, siendo el de Francia uno de los más significativos debido a la cantidad de agentes internacionales involucrados, por ejemplo el poeta Louis Aragón, el escritor Julio Cortázar, los filósofos Roland Barthes y Régis Debray, instituciones como el Centro Georges Pompidou, un gran número de exposiciones realizadas y obras donadas.
Debido a la naturaleza de su creación y rearticulación, el MIRSA adopta un carácter político desde sus bases, manifestando y visibilizando su repudio internacional a la Dictadura en Chile, como a cualquier régimen o proyecto fascista que rondara. Con tales motivos se incorporaron nuevos actores participantes, como los gremios de trabajadores, organizaciones políticas y organismos de derechos humanos. De esta forma, junto al interés artístico y cultural, las redes afectivas, políticas y humanitarias dieron pie a la conformación de los Comités de Solidaridad con Chile. Dentro de este contexto, al ser un proyecto colaborativo y con múltiples actores, se vio enfrentado a diferencias internas en la forma de concebir el proyecto, la manera de comprender la resistencia, en cómo se posiciona políticamente el Museo e incluso el tipo de obras que eran donadas y recibidas. Todas estas cualidades han sido vislumbradas principalmente dentro del Archivo Histórico del MSSA, especialmente en su subfondo “Secretariado General, Francia (1975-1990)”, cuyos documentos fueron entregados al Museo a principios de los noventa por Miguel Rojas Mix y luego restituídos al MSSA por Carmen Waugh en el año 2011.
Las huellas del MIRSA.
La integración de este subfondo en el año 2011 permitió comprender con mayor exactitud las múltiples tramas afectivas y solidarias que constituyeron la historia del MSSA. De esta forma fue posible conocer el tipo de comunicaciones, sus lenguajes, medios de contacto, ubicaciones, itinerancias, agentes involucrados, metodologías de trabajo y de gestión, discusiones y acuerdos, entre otras tantas informaciones que hasta el día de hoy son posibles de ir encontrando a través de su lectura y revisión. Esta heterogénea selección de documentos ha tenido por objetivo dar cuenta de un muestreo general de los distintos tipos documentales que conforman el fondo, y que, a su vez, permiten mostrar la proliferación de relatos y operaciones que se realizaron simultáneamente alrededor del mundo.
Dentro de estas tipologías documentales se observan los clásicos catálogos de exposición, afiches, dípticos, comunicados, informes, contratos, documentos de recepción y traslado de obras, discursos, registros fotográficos, material de prensa, entre otros. Dentro de ellos, los documentos tipo catálogos, informes y notas de prensa aportan significativamente para rastrear la entrada y salida de obras a la Colección, su participaciones en exposiciones y otras innumerables actividades de extensión.
Una de las primeras actividades corresponde a la exposición Imagen para luchar por Chile realizada el 12 de julio de 1976 en la Universidad de Panamá, la que estuvo compuesta por molas, un tipo de arte textil tradicional producido por mujeres indígenas Guna que viven en Panamá y Colombia, cuyas piezas fueron donadas por ellas al Museo. Por otro lado, una de las últimas actividades del periodo MIRSA fue realizada en las Salas de Ateneo Mercantil en España, y organizada por la Conselleria de Cultura, Educación y Ciencia de la Generalitat Valenciana desde el 8 al 19 de mayo de 1991, destinada a exhibir por última vez la colección del MIRSA que estaba alojada en este país. Entre ambas actividades se realizaron decenas de exposiciones en grandes ciudades y metrópolis, como también en territorios menos poblados, por ejemplo, en Calais, Lille, Nancy, Avignon y Nanterre (Francia), en Pamplona, Valencia, Málaga, Tenerife y Zaragoza (España) y en Kiruna, Lulea, Umea, Sundsvall, Lidingô, Kalmar y Falun (Suecia).
Además de encontrarnos con estas clásicas fuentes documentales que habitualmente forman parte de los archivos institucionales de museos, galerías y centros culturales, se encuentra la Ficha MIRSA. Este documento tipo formulario fue diseñado –a solicitud de Miria Contreras– por Umberto Peña desde Casa de las Américas en Cuba, y pensada como un instrumento de registro de donación de obras para el Museo durante este periodo. Según la documentación proveniente de este subfondo, la Ficha MIRSA se utilizó principalmente en España y Francia por artistas de diversas nacionalidades, a pesar de esto algunos testimonios han hecho mención a que también fue utilizada en Suecia. Aquí, el artista debía exponer datos básicos sobre su identidad y la obra a donar (nombre, apellido, nacionalidad, fecha de nacimiento, teléfono, título de obra, técnica, año de creación, dimensiones, breve biografía del artista y de la obra, sumada una solicitud de autorización para venta de la pieza en caso de recaudación de fondos). Junto a esto, el artista también debía responder si había donado alguna pieza durante el periodo de Solidaridad, de ser así se consultaba si su envío correspondía con antelación o posterioridad al golpe de Estado. En el caso de que la obra estuviese en manos de la Junta Militar a la hora de la firma de la Ficha, se preguntaba si el artista requería la restitución de tal donación. El documento contaba con un espacio para disponer una fotografía tipo retrato del artista y un registro fotográfico de la obra a donar.
Este fondo cuenta con más de 270 fichas, en algunos casos piezas originales, y en otros, fotocopias de la misma. A través de ellas podemos conocer los múltiples intereses de cada uno de los artistas donantes, sus rostros, y también sus escrituras (mecanografiadas y manuscritas), redacciones e imágenes de obra.
El legado de la Resistencia
Este proyecto llegó a contar con 1.161 obras donadas por 823 artistas de diversas nacionalidades entre los años 1975 y 1990. Muchos de los artistas que donaron al Museo de la Solidaridad volvieron a hacerlo, participando también activa y solidariamente en la organización de estas iniciativas. Así lo hicieron Joan Miró, Carlos Cruz-Diez, Victor Vasarely y otros. A ellos se sumaron artistas como Helen Escobedo, Julio Le Parc, Pierre Soulages, Wilfredo Lam y Kjartan Slettemark, y artistas chilenos exiliados como Guillermo Núñez, Eugenio Téllez y Gracia Barrios, dejando en evidencia que la diversidad fue un sello esencial que caracterizó las obras reunidas en este periodo, el cual vuelve a hacer participe la abstracción, el informalismo, piezas experimentales, obras conceptuales, textiles y escultóricas.
Gracias a las gestiones de las personas fundadoras del Museo, en el año 1991 comenzó el traslado a Chile de las donaciones MIRSA desde Cuba, Francia, México, España, Suecia, Argelia y Finlandia, bajo la gestión de Carmen Waugh y la Fundación Salvador Allende, para próximamente dar paso a la reubicación del Museo en el país y continuar con la misión inicial de ser una institución al servicio del pueblo de Chile.
Un museo comprometido de manera artística, política y social con su país, que promueve no solo la difusión de arte, sino también que ejerce un rol comunitario que contribuye a comprender que el arte no es un privilegio, sino un derecho para todos.
El periodo que comprendió el Museo Internacional de la Resistencia Salvador Allende estuvo marcado por la solidaridad, fraternidad, compañerismo, resistencia y múltiples complicidades personales e institucionales que permitieron que los frutos e intereses fundacionales del periodo de Solidaridad se propagaran por todo el globo. Esto ha permitido hoy en día que el MSSA cuente con una de las colecciones y archivos institucionales más potentes y significativos de la historia del arte reciente en Chile y el mundo.
Investigación y recopilación de los documentos aquí presentes por Sebastián Valenzuela-Valdivia, Investigador y Encargado de Acceso y Difusión del Archivo MSSA, y Sandra Parra, Licenciada en Artes Universidad Diego Portales
Contacto: archivo@mssa.cl
*Crédito imagen*
Registro fotográfico de la exposición del MIRSA en el Palais des Papes, Centre de Congrès en 1977. Archivo MSSA.